Si te va la actividad física y estás embarazada… ¡mójate!
Uno de ítems fundamentales para mantener la salud en el embarazo y prepararse de cara al parto y el postparto es la actividad física.
Se recomienda que la embarazada realice ejercicio de 3 a 5 veces por semanas, por espacio de media hora.
La actividad elegida no ha de implicar presión-descompresión en el abdomen-feto (buceo…), no será susceptible de producir impactos ni lesiones y permitirá el control del nivel de esfuerzo realizado durante la actividad.
¿Qué actividad física elegir cuando estoy embarazada?
La mayoría de las mujeres no incluyen el ejercicio como hábito saludable en su estilo de vida y es de hecho durante el embarazo cuando comienzan a realizarlo con asiduidad.
Ventajas de la actividad acuática:
El medio acuático, por sus propiedades físicas, aporta un extra de beneficios para las embarazadas a la hora de realizar actividad física.
• Puede mejorar la posición corporal debido a la incidencia que se realiza especialmente en dicho medio sobre los músculos que forman el Core o faja abdominal, ya que el cuerpo debe buscar constantemente su equilibrio y aprender a estabilizarse en este medio.
• Activa la circulación sanguínea, al mejorar el retorno venoso gracias al trabajo muscular y la presión hidrostática.
• Mejora de las funciones pulmonares, ya que nos permite infinidad de trabajos de coordinación inspiratoria/espiratoria, con mayor conciencia, debido a la presión hidrostática.
• Participación de grandes grupos musculares de manera equilibrada, el agua no sólo favorece el trabajo muscular de los grandes grupos sino que hace que éstos trabajen de manera armónica, igualando la carga entre agonistas y antagonistas.
• Tonificación muscular la resistencia que ofrece este medio nos permite como modificaciones simples aumentar o disminuir la carga de trabajo.
• Relajación muscular, la ingravidez y la posibilidad de aislarse del ruido que favorece este medio ayuda a la comodidad de la gestante y su relajación.
• Estimulación fetal gracias a la fluidez al modificar la posición en el agua, pasando de un decúbito prono a un supino o una bipedestación.
• Mejora de la movilidad articular, al permitir la ampliación del recorrido articular, en unas condiciones menos exigentes para la articulación, debido a la ingravidez del medio. Además algunas de estas articulaciones que se ven especialmente comprometidas en el embarazo, se descargan con el efecto de hipogravedad acuático.
Tienes muchas opciones
A la hora de buscar realizar actividad física en este medio, dependiendo de tus características, las opciones son variadas.
Si tu nivel de nado es bueno, sólo necesitarás algunas modificaciones en la ejecución para hacerlo con seguridad en el embarazo.
Si te gusta trabajar con música puedes optar por clases dirigidas, siempre que éstas sean específicamente dirigidas a embarazadas e incluso si ya tienes a tu bebé contigo, puedes optar por clases de matronatación.
No olvides consultar con tu matrona si tienes alguna duda al respecto. Ella podrá asesorarte de manera individualizada.
