El masaje del bebé

 

massagem-para-o-bebeEl masaje del bebé es un momento de placer para los dos

Muchas culturas tienen introducido el masaje infantil como acto beneficioso para el bebé. La piel es el órgano sensitivo más grande en su cuerpo y el tacto se desarrolla desde una etapa muy temprana de la vida fetal.

A través de la piel el bebé recibe multitud de estímulos que le ayudarán a su desarrollo, a conocer su entorno, a delimitarse como persona en una etapa posterior. A través de él, trabajamos la comunicación con el bebé y el vínculo con el cuidador.

Si quieres introducir el masaje del bebé en tus rutinas diarias, has de saber que no sólo es un placer mutuo para ambos, además múltiples estudios han demostrado que esta técnica aplicada con sabiduría, mejora la salud de los bebés, incluso de los que tienen problemas, como los prematuros.

De manera más empírica, muchos padres y madres han comprobado sus beneficios, a la hora de solventar el estreñimiento infantil, el dolor en las encías de los primeros dientes o los episodios de cólicos del lactante.

¿Preparados?¡Comencemos!

Procúrate un aceite vegetal de calidad: no todos son recomendables para dar masaje a bebés, o bien por sus características en sí o por las características de tu bebé. Por ejemplo, uno de los aceites más recomendados para este fin es el de almendras, pero bebés cuyas familias tengan un historial de alergias a los frutos secos, han de ser muy cuidadosos a la hora de utilizarlo.

El entorno, ha de ser seguro: una habitación caldeada para evitar que el bebé se enfríe y una superficie plana y estable, a una altura adecuada para que tu espalda no sufra, cubierta por una toalla para recoger el exceso de aceite serán tus aliados para hacer de este momento uno de los mejores del día.

Atento/a a las señales de tu bebé: quien diga que todos los bebés son iguales… sencillamente no ha visto bebés. Cada cual tiene una idiosincrasia propia y no a todos les gusta las mismas cosas.

Si a tu bebé le excita el masaje, hazlo por la mañana, si le relaja, por la noche. Pon atención a sus reacciones. A veces, concluimos que a un bebé no le gusta el masaje cuando realmente lo que le ocurre es que no disfruta cuando le tocan ciertas partes de cuerpo como la cara o el pecho, y tenerlo en cuenta te resultará de utilidad para continuar con la actividad.

La presión va en aumento

En sus tres primeros meses de vida, la presión que aplicarás a la hora de dar el masaje será muy  suave para incrementarla poquito a poco.

Calienta tus manos frotando la una con la otra con energía, una vez te hayas aplicado un poco de aceite o crema. Pídele permiso a tu bebé con ellas, para comenzar con el masaje.

Esta podría ser una rutina que puedes utilizar a la hora de trabajar con tu bebé 

Brazos y piernas: puedes trabajarlas desde la zona más cercana al cuerpo hacia las manos y las piernas, o desde las muñecas y tobillos, hacia el tronco.

Trata de hacer un movimiento circular con las manos, abrazando con tu mano el grueso del brazo o de la pierna y realizandomasaje del bebé un suave movimiento de torsión.

Puedes realizar el movimiento de torsión con ambas manos a la vez en direcciones distintas, o bien fijar la extremidad con una mano, y  realizar los movimientos con la otra.

Ponle especial atención a las manos y a los pies, masajeando con suavidad los dedidos y las palmas/plantas. Verás que en las manos es complicado en ocasiones, ya que los bebés tienen dentro de sus reflejos arcaicos, reflejo prensil por lo que todo lo que oprima la palma de su mano, tenderá a ser agarrado. Opta entonces por masajear los puñitos por fuera.

La carita: Un bebé hace mucho esfuerzo con los músculos de la cara, especialmente cuando mama al seno (por eso mamar favorece el desarrollo de la musculatura de la cara y es muy favorable para bebés que tienen problemas, como por ejemplo, los nacidos con labio leporino).

Acumula mucha tensión en el entrecejo y en la zona alrededor de la boca. Masajéalos de manera excéntrica para que se relajen. Además en la zona de la boca, te ayudará a calmar el dolor de la salida de los dientes de tu bebé, cuando sea el momento.

El pecho y el abdomen: masajearlo desde el esternón hacia fuera, apoyando la palma entera. Podrás trabajar el abdomen en círculos en el sentido de las agujas del reloj, o apoyando los cantos de las manos alternativamente de arriba a abajo.

La espalda: recorre con las manos desde la nuca hasta las nalgas de tu bebé, apoyando toda la mano con firmeza.

 

nappy

Author: Julita

Share This Post On
468 ad

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pin It on Pinterest

Share This
Secured By miniOrange