La oxitocina despierta nuestro «instinto maternal»
Hormona del amor
¿Alguna vez has pensado por qué cuando estás cerca de un bebé (aunque no sea el tuyo) te sientes más tierno? La respuesta a esta pregunta se llama oxitocina. La denominada «hormona del amor» u «hormona de la felicidad» es un compuesto que genera nuestro organismo y está formado por la unión de nueve aminoácidos. Esta substancia se produce en el hipotálamo, una parte del encéfalo que a su vez forma parte del Sistema Nervioso Central (SNS), encargado de generar una respuesta a los estímulos externos al cuerpo.
La «hormona del parto»
Esta hormona está presente a lo largo de nuestra vida, aunque es durante el parto cuando juega un papel fundamental y a lo que debe su «fama». Ella es la encargada de que las paredes del útero se contraigan para favorecer la expulsión del feto y también interviene en la lactancia generando pulsos o pequeñas contracciones que estimulan la secreción de leche materna.
De hecho, esta hormona se administra de forma sintética en los partos inducidos para favorecer el nacimiento. También está normalizado su uso en cesáreas y abortos, ya que previene la aparición de hemorragias.
Impulsora de emociones y relaciones
La oxitocina es conocida como la «hormona del amor»
Además de una hormona, la oxitocina actúa como un neurotransmisor. Esto es debido a que también es segregada en el cerebro, por lo que afecta a nuestro sistema nervioso y, por consiguiente, a nuestras emociones.
Amabilidad, ternura, bienestar o relax son algunas de las sensaciones en las que interviene. De ahí que se diga que es la «hormona maternal». Pero no son las únicas, ya que también influye en las relaciones sexuales (aunque no existe un consenso científico en este sentido), el aprendizaje, la memoria, el estrés e incluso las adicciones.
¿Cuándo generamos oxitocina?
Nuestro cuerpo segrega oxitocina cuando se cumplen las condiciones de «amor, calma y contacto«. Por el contrario, en situaciones de miedo, frío o estrés, lo que se genera es adrenalina, que actúa como inhibidor y a la par sirve para regular la generación de este compuesto. Esto tiene sentido sobre todo en en el reino animal ya que, por ejemplo, evita la parálisis o que el alumbramiento se dé en situaciones de peligro.
Trackbacks/Pingbacks