Muchas de vosotras habréis oído hablar del ácido fólico y de sus propiedades durante el embarazo, pero ¿sabemos realmente para qué sirve este componente? El ácido fólico es una vitamina B9 también conocida como folato. Esta vitamina se encuentra de forma natural en alimentos como algunas verduras de hoja verde oscura (espinaca, brócoli, col rizada…), las lentejas, algunas frutas como la naranja o algunas legumbres como las lentejas.
¿Por qué es necesario tomar ácido fólico durante el embarazo?
La razón por la que es más que conveniente tomar folato durante el embarazo es porque previene en hasta un 72% el desarrollo de algunas anomalías relacionadas con el tubo neural. Esta estructura es desde la cual se origina y se desarrolla el Sistema Nervioso Central (encéfalo y médula espinal). Se cree que la ingesta de ácido fólico puede disminuir drásticamente la aparición de algunas enfermedades congénitas como:
– Espina bífida: cierre incompleto del tubo neural o formación parcial de alguna de sus vértebras.
– Anancefalia: cuando el cerebro no se desarrolla o lo hace de forma incompleta. Cuando esto ocurre, el embarazo suele interrumpirse entre las semanas 12 y 20.
– Hidrocefalia: exceso de líquido en el cerebro.
La toma de esta vitamina se recomienda no sólo durante el embarazo, si no durante el periodo previo a la concepción. Esto es debido a que el desarrollo de todo el Sistema Nervioso Central ocurre durante el primer mes de gestación.
¿Cuánto y cómo se toma?
La cantidad diaria recomendada de folato es de 0,4 miligramos que normalmente se toman en una pastilla sintética. Aunque hay muchos alimentos que contienen esta vitamina, el cuerpo humano tiene dificultad para asimilarla correctamente, mientras que en el caso de las de origen sintético están diseñadas para que se procesen mejor.
Además, los alimentos que podemos encontrar en la naturaleza y que contienen ácido fólico no suelen tener un alto porcentaje de la vitamina. Por ello se recomienda que la embarazada tome tanto el suplemento como una dieta rica en folato.
Solo una recomendación, no una obligación
Desde que en 1991 el Consejo Médico de Investigación del Reino Unido anunciara que la ingesta de ácido fólico podría reducir hasta un 72% las enfermedades desarrolladas con el tubo neural, su prescripción, al menos en España, se basa solo en una recomendación.
Si bien es cierto que antes no se tomaban estos suplementos, muchas asociaciones consideran necesario el establecimiento de esta pauta de forma obligatoria por parte del personal sanitario. Como ya sabrás, este complejo vitamínico no necesita receta y puedes adquirirlo en cualquier farmacia.
