¡Llega el verano!
Y con él una gran cantidad de luz con sus correspondientes rayos UVA y UVB.
Además en verano los niños están mucho más tiempo al aire libre y a las mamás y papás nos toca prestar mucha atención y cuidado con los rayos de sol, por los problemas que pueden producir en sus ojitos.
Los niños menores de 6 años, no deben ponerse al sol desde las 12:00 de la mañana hasta las 16:00 de la tarde, pues este es el horario más peligroso y que mayor intensidad de radiación hay, así como el posible efecto de quemaduras.
Los niños no deben mirar nunca directamente al sol
Los ojos de los peques tienen un mayor riesgo de quemadura que el de los adultos, ya que tienen menor cantidad de pigmento, los rayos ultravioletas pasan en mayor cantidad y pueden producir problemas oculares.
Además los niños menores de 6 años tienen una pupila de mayor tamaño y la radiación a cristalino y retina es mayor que en los mayores.
Los problemas oculares que pueden aparecer son:
- Quemaduras en los párpados
- Alteraciones en el cristalino
- Quemaduras en la retina
¿Que podemos hacer para asegurar su protección?
Nuestra parte es prestar atención a su protección, y para ello, siempre que estén expuestos a los rayos del sol deberían usar un sombrero o visera y gafas de sol especiales para su edad, como estas que tenemos en Nappy.
Existe en el mercado gran variedad de gafas de gran calidad tanto en las monturas, que pueden ser de silicona o pasta. La de silicona es la que mejor se adapta a los niños más pequeños, al tener diferentes tamaños de puente.
La calidad y el color de los cristales es importante y es necesario que tengan el mayor filtro posible para los rayos UVA, y así conseguir la mínima penetración de los rayos solares.
Mientras más claros sean los ojos del niño, mayor cuidado hay que tener para evitar problemas oculares mas graves.
Dra. DAPENA
Especialista en oftalmología pediátrica
www.institutooftalmologico.net