¿Que factores influyen en la amenaza de parto prematuro?
Una amenaza de parto pretérmino se define como la presencia de contracciones asociada a modificaciones cervicales desde las 22 semanas hasta las 36+6 semanas de gestación.
Puede ser dada por múltiples motivos pero en un porcentaje significativo coexiste con una infección o con una inflamación de las membranas que forman la bolsa.
Al realizar la historia de la mujer y recoger sus datos obstétricos nos fijamos mucho en la existencia de un parto prematuro anterior, ya que es uno de los factores de riesgo más importantes. A más partos pretérminos anteriores, más riesgo. También influyen a la edad gestacional que se produjo el parto; a más prematuro, más riesgo de recurrencia.
Otros factores de riesgo que deben ser tenidos en cuenta son intervenciones sobre el cuello (como las conización cervical), las malformaciones uterinas, legrados múltiples, o los embarazos múltiples.
¿Qué es lo que miramos para determinar si una mujer tiene una amenaza de parto prematuro?
Se miran las contracciones uterinas, si existe hemorragia vaginal y las características del cuello del útero (mediante un tacto vaginal y por ecografía).
Aparte de esto otros marcadores bioquímicos séricos y cervicovaginales, interleucina-6, fibronectina fetal…. nos pueden ser de utilidad, así como la coexistencia con otras características, pH vaginal y microorganismos, vaginosis bacteriana, clamidias…
De todos los marcadores bioquímicos citados, la valoración de fibronectina fetal, es el más utilizado. En condiciones normales, esta proteína se identifica antes de las 20 semanas de gestación y próximo a término. Si apareciera entre las 20 y 34 semanas se considera como riesgo de parto prematuro.
A menor número de semanas de gestación más problemática es la aparición de la amenaza de parto prematuro, por las posibles secuelas que podría tener el bebé en el caso de nacer.
