Uno de los accesorios para el cuarto del bebé imprescindible donde los haya es la cuna. En el mercado puedes encontrar diferentes tipos de cunas adaptadas a cada etapa del bebé y sus necesidades. Llegados a este punto alguno puede preguntarse, ¿de verdad existen tanto tipos de cunas?
De lo pequeño a lo más grande
La mayoría de los moisés suelen tener forma de elipse y están hechos de materiales ligeros como mimbre. Son los más pequeños y permiten su trasporte con facilidad. Además algunos modelos vienen con asas y ruedas para facilitar todavía más su transporte.
La minicuna es un poquito más grande que el moisés, cuadrada y en la mayoría de casos, plegable, por lo que puede dar un poco más de juego conforme el bebé va creciendo. Está pensada para estar fija por lo que no se separan las patas de la parte alta, aunque muchas de ellas sí incorporan ruedas. Puedes encontrar minicunas que se pueden acoplar en sidecar a la cama de los padres, lo cual facilitará en gran manera la lactancia nocturna y el colecho.
Todo está pensado
Los bebés recién nacidos se van a encontrar más cómodos en receptáculos pequeños que les proporcionen la sensación de recogimiento– o al menos que se asemeje un poco- que les producía estar en el vientre materno. Por eso, minicuna y moisés son de dimensiones pequeñas. Además, estos primeros meses en los que los padres y el bebé van a compartir cuarto, el espacio que ocupen ambos elementos puede ser fundamental, de cara a que “quepa”. Por eso, aunque una cuna dará más juego durante más tiempo, muchos padres optan por ellas para los primeros meses de su bebé.
La cuna, cuna
Son de mayor tamaño que los dos anteriores y tu bebé podrá usarla durante más tiempo. La gran mayoría tienen barrotes a los lados para delimitar el espacio del bebé. Podrás encontrarla de diferentes tipos:
- Con dos alturas: dando la posibilidad de subir el colchón cuando el bebé es más pequeño. De esta manera podréis coger y dejarlo en ella con menos exigencia de la espalda.
- Convertibles: incluyen una serie de modificaciones para convertirlas en camas, cuando el niño vaya creciendo. Suelen incluir cajones, e incluso el cambiador del bebé que se podrá redistribuir cuando la cuna pase a ser camita. El precio es mayor pero compensa a largo plazo.
- De viaje: son desmontables, están hechas de materiales ligeros y plegadas ocupan poco espacio. A pesar de esto suelen incorporar todas las ventajas como el poderlas poner a doble nivel, o utilizarlas como lugar de juego seguro.
- De colecho: están diseñadas para acoplar a la cama de los papás al igual que la minicuna, solo que éstas suelen ser más favorables para aquellos bebés más grandes que continúan mamando por la noche.
Existen otros factores a tener en cuenta a la hora de elegir la cuna por encima de la comodidad o el diseño como, por ejemplo, la seguridad.
Afortunadamente la gran mayoría de cunas que hay en el mercado están homologadas y tienen en cuenta todos los factores abajo citados, pero si te prestan una, puede que no estén adaptadas a la normativa. Tener en cuenta algunos factores nos puede evitar un susto:
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