¿La placenta, tiene alguna utilidad después del parto?
Tras la salida del bebé, la placenta, que pierde sus funciones de nutrir al bebé, se desprende del útero y es expulsada por la vagina en el caso de los partos vaginales, o por la incisión de la cesárea en el caso de que el parto se haya desarrollado así.
Seguro que has oído historias de famosos que han guardado o han comido su placenta tras el parto de sus bebés (muy sonado por el tema, Tom Cruise). Si lo has achacado a una moda, nada más lejos de la realidad. En el reino animal las placentas son devoradas por las hembras, en parte para ayudar al resto de la camada a nacer y en parte para que los depredadores no la huelan y encuentren el nido con las crías indefensas.
Los humanos también dan uso a la placenta, algunas madres la consumen mezcladas con frutas o a la plancha, se dice que el útero se contrae más intensamente así. Además, desecada se utiliza para hacer remedios caseros. También se suele guardar congeladas.
¿Quieres consumir tu placenta?
Si has dado a 
luz en el hospital has de saber que tienes derecho hacerlo, pero no podrás sacarla del paritorio, ya que como resto biológico, se incinerará a cargo del centro. Si el parto ha acontecido en casa, obviamente, tienes plena disposición de la misma.
Otros padres deciden utilizar la placenta como lecho para plantar un árbol, para que crezca a la vez que su bebé.
Una pequeña minoría de padres y madres deciden no separar al bebé de la placenta hasta que el cordón no se desprenda solo. Se les denominan “Nacimientos Lotus”. La placenta se embalsama con hierbas y se cubre con una bolsita de tela, durante el tiempo que esté unida al bebé. Refieren que los bebé están más serenos y resulta menos traumáticos para ellos, de esta forma.
