Puede que hayas visto algunas heridas en el labio superior de tu bebé y el pánico se haya apoderado de ti. Si este es tu caso, tranquila, no hay nada de lo que preocuparse. Es el conocido callo de succión o callo lactante y sucede más de lo que te imaginas. Hoy en Nappy te contamos todo acerca de él para ayudarte ante esta nueva situación.
Qué es el callo de succión o callo lactante
Los bebés recién nacidos tienen la piel mucho más sensible. Los roces pueden generarles muchas más heridas y con mayor facilidad que a un niño más mayor o a un adulto. Las simples fricciones del labio superior con el pecho o la tetina pueden resultarles muy agresivas. Si a esto le unimos que todo para ellos es nuevo, el proceso de adaptarse al movimiento de succión puede resultarles dificultoso.
El callo de succión no es más que protuberancias endurecidas, transparentes o blanquecinas que se forman en el labio superior o, en algunos casos, también en el inferior. Son un signo de que a tu pequeño le está costando el proceso de succión. Como ya hemos apuntado antes, se producen por el roce del labio al amamantar y, en el mejor de los casos, desaparecerá a las semanas.
Aunque la causa de aparición más común es un mal agarre a la mama o tetina, es decir, que utiliza más los labios y la encía para succionar en lugar de la lengua y los cachetes, en algunos casos se puede tratar de un problema mayor como la anquiloglosia que ocurre cuando el frenillo lingual es corto y poco elástico por lo que restringe los movimientos de la lengua.
En este último caso, las ampollas durarán más tiempo y las tomas serán más largas. El bebé no subirá adecuadamente de peso y mientras succiona se podrían escuchar chasquidos ya que, en lugar de alimento está tragando aire. Si el problema persiste debes acudir al médico para que te ayude y de unas pautas.
Síntomas del callo de succión
- Ampollas en el labio superior o inferior.
- Bandas, suaves y húmedas.
- De color blanquecino o transparentes.
- Desaparecen al secarse.
- No producen dolor.
¿Es peligroso para el bebé?
El callo de succión no es para nada preocupante y desaparece con el paso del tiempo, normalmente a los 4 meses o cuando comience a tomar alimentos sólidos. No requiere de un tratamiento específico ni de uso de cremas o aceites. Es muy importante que no lo toques ni arranques los pellejos o piel muerta. Los callos de succión no son dolorosos, el bebé ni siquiera los siente.
Sin embargo, al ser un posible problema de agarre, puedes notar un mayor dolor en los pezones ya que tu bebé no succiona bien. Para aliviar las molestias puedes utilizar cremas para los pezones, en Nappy contamos con muchas de ellas como la crema para pezones Purelan de Medela que protege de la sequedad y no contiene aditivos ni componentes artificiales.
Del mismo modo, puedes optar por usar pezoneras a la hora de dar el pecho. Sirven como protectores y se adaptan a la forma del pezón sin intervenir en la alimentación de tu pequeño. Puedes visitar nuestra web y encontrar las que más te gusten, nosotros te recomendamos las pezoneras de silicona natural de BabyOno, gracias a su diseño tu bebé estará en contacto con tu piel, pero no sentirás ninguna molestia.
Cómo evitar la aparición del callo de succión del lactante
El callo de succión se previene con un buen agarre, normalmente es solo una etapa de la lactancia y desaparece sin más. Si por el contrario persiste en el tiempo, puede tratarse de un problema más grave (como anquiloglosia) y debes acudir al médico.
Esperamos haberte ayudado a resolver todas tus dudas y haberte calmado. Recuerda que no debes tocar la herida, tampoco aplicar una crema o arrancar la piel muerta. Tu bebé ni siquiera lo nota y desaparecerá con el tiempo. El callo de succión del lactante es un problema menor del que no hay que preocuparse. ¡Hasta la próxima!
