Reflejos del recién nacido

Si tienes un bebé recién nacido puede que te hayas dado cuenta de que algunos movimientos que hace son impulsivos o sin ningún motivo aparente, estos son los reflejos. En las primeras semanas de vida, mucha de su actividad ocurre gracias a estos, como ponerse un dedo en la boca o tocarse la cara. No es que piense lo que hace, sino que son impulsos que posee. Hoy en Nappy te contamos todo lo que tienes que saber acerca de ellos.

Qué son los reflejos en el recién nacido 

Los reflejos son acciones o movimientos involuntarios. Consisten en una respuesta muscular ante un estímulo externo. La gran mayoría de ellos son espontáneos y forman parte de su actividad diaria, otros responden a ciertas acciones. Son muy importantes para saber la actividad cerebral del pequeño e identificar si existe algún problema.

Comienzan desde el primer día de vida y su duración varía dependiendo de cada bebé. Hay algunos que tan solo perduran unas semanas y otros, sin embargo, hasta los 12 meses o los 2 años. Además de mostrar la actividad cerebral del pequeño, es importante observar si persisten durante más tiempo de lo normal, ya que es un indicativo de un problema adyacente.

Tipos de reflejos

Existen diferentes tipos de reflejos primitivos y es el pediatra el encargado de examinarlos y comprobar cuando aparecen y desaparecen.

Reflejo de búsqueda

Es muy común a la hora de amamantar. El bebé busca el pezón moviendo la cabeza de lado a lado y luego se alejará. Es un reflejo instintivo de agarre. Ocurre también en otros momentos como, al tocarle la cara o mejillas, voltea la cabeza hacia ese lado. Ocurre desde el nacimiento y debe extenderse hasta los 4 meses, cuando ya simplemente succionará para alimentarse.

Reflejo de succión

Succionar es un acto que se adquiere incluso antes de nacer. Si te has realizado alguna prueba de ultrasonido durante el embarazo, puedes haber visto a tu pequeño succionar su dedo pulgar.

Cuando colocas el pezón o la tetina en la boca de tu bebé y tocas su arco de cielo, instintivamente comenzará a succionar. Este reflejo ocurre en dos etapas. Primero coloca su boca sobre la aureola y aprieta el pezón con su lengua o paladar. Luego, la lengua se mueve de la aureola al pezón, es lo que comúnmente se llama “ordeñe”. 

Combinar el agarre y la succión es una acción algo complicada para los recién nacidos por lo que, si tu bebé no succiona bien en un principio no te preocupes. Con práctica y tiempo conseguirá aprenderlo y adquirirlo como rutina.

A medida que el agarre y la succión se torna menos reflexiva, el bebé se autorregulará y controlará mejor. Por ejemplo, al darle el chupete o al encontrar su pulgar, se consolará. Este reflejo comienza sobre la semana 32 de embarazo y suele desaparecer entre los 5 y 6 meses.

Reflejo de Moro

Es un reflejo muy común a la vez que notorio. Se produce, por ejemplo, si al estar en una posición semisentado, se tumba bruscamente, si ante un sonido fuerte extiende sus brazos o piernas como sobresalto o si, al voltear la cabeza a un lado, extiende el brazo de ese lado.

El reflejo de Moro está presente en varios grados y se inicia desde el nacimiento, alcanzando su pico máximo durante el primer mes y desapareciendo entre los 2 y 4 meses.

Reflejo tónico del cuello

También se le conoce como “posición de defensa” y es uno de los reflejos más curiosos de ver. Habrás podido observar cómo tu bebé, al girar la cabeza a un lado, estira el brazo de ese mismo lado mientras que, el contrario, lo mantiene doblado en posición de defensa. A lo mejor no te has percatado de ella, pero no te preocupes, puede ser muy sutil o realizarlo cuando esté llorando o irritado.  Desaparece entre los 5 y 7 meses de edad.

El reflejo de Moro y el del cuello deben estar presentes en ambos lados del cuerpo. Si te das cuenta de que tu bebé sólo mueve una parte o que los movimientos son más ágiles en uno que en otro, acude al pediatra.

Reflejo de presión

Ocurre, por ejemplo, al tocar la mano de tu bebé, él agarrará tu dedo fuertemente. También, al tocar su planta del pie, flexionará las piernas y cerrará sus dedos con fuerza. Los recién nacidos tienen mucha fuerza de presión y casi son capaces de levantarse si se agarran con ambas manos a ti. Los reflejos en las palmas de las manos suelen durar hasta los 5 o 6 meses de edad, los del pie hasta las 9 o 12 meses.

Reflejo de marcha automática

Si levantas a tu bebé sosteniéndolo de sus brazos y teniendo cuidado con su cabeza, vas a poder observar cómo se anima a caminar posicionando un pie delante de otro. Este reflejo tiene una funcionalidad curiosa, como es arrastrarse al pecho de su madre tras el parto, cuando esté acostado en su abdomen.

Desaparecerá a los 2 meses, pero reaparece al año como respuesta al querer caminar.

Reflejo de Galant

También se le denomina “incurvación del tronco”. Se presenta cuando se acaricia o se dan golpecitos suaves al lado de la columna al estar tumbado, instintivamente curvará su espalda. Es importante que aparezca ya que indica un buen desarrollo y crecimiento. Es normal hasta los 2 años.

Reflejo de Babinski

Al acariciar la planta del pie el dedo gordo se moverá hacia arriba o hacia la parte superior del pie mientras que los otros se abren en abanico. Desaparece a los 2 años de edad.

Reflejo de paracaídas

Se presenta cuando se sostiene al bebé de forma erguida y luego se rota su cuerpo con la cara hacia delante, haciendo un movimiento como si se cayera. El pequeño extenderá sus brazos impidiendo darse. Este aparece mucho antes de comenzar a caminar, alrededor de los 6 y 9 meses.

Cuándo avisar al pediatra

El médico descubre reflejos infantiles anormales durante un examen que se realiza por otros motivos. Como ya hemos avisado, si persisten durante más tiempo de lo normal, pueden ser un signo de algún problema en el sistema nervioso.

Debes avisar al médico si estás preocupado por el desarrollo de tu hijo o si notas que sus reflejos continúan cuando deberían haber cesado.

Al llevarle a la consulta médica, el pediatra realizará un examen físico y te hará preguntas sobre su historial clínico, como sobre los reflejos que has observado, la edad en la que aparecieron y si existen otros síntomas como disminución de la lucidez mental o convulsiones.

Esperamos haberte ayudado a conocer más acerca de los comportamientos de tu pequeño. Recuerda avisar al médico si observas alguna conducta rara o si los reflejos persisten en el tiempo. La presencia de los reflejos en el bebé garantiza un buen desarrollo nervioso y motor. ¡Hasta la próxima!

Equipo Nappy.

Equipo Nappy

Author: alba nieva

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